En un pueblo pesquero contaminado por una central termoeléctrica, Mecha (33) es el alma en pena de una activista medioambiental que muere en circunstancias sospechosas. Su fallecimiento genera conmoción en el pueblo y desata sentimientos encontrados en su familia. Mientras sus padres, Alicia (58) y Nicanor (63), discuten sobre buscar justicia o no, el hijo mayor de Mecha, Juan (16), lucha consigo mismo por el resentimiento que tiene hacia su madre muerta. Esto lleva al fantasma de Mecha a buscar la reconciliación con Juan y hacer que él se haga cargo de su memoria.